La farabullosa
iniciativa de reformar a la ley laboral en 2012, por Felipe Calderón, pero
aplicada por Enrique peña Nieto, para introducir directamente en México el
terminó outsourcing o subcontratación, paso de ser la idea de un
crecimiento en el empleo, y una minimización de costos para las empresas, a un
completo error para el gobierno, ya que después de casi 9 años, lo único
que ocasionó fue una contratación sin prestaciones para algunos y una
defraudación fiscal.
¿Pero que incluía esta reforma? Algunos de los puntos más polémicos de la iniciativa eran:
• Incluir como
nuevas modalidades de contratación, los períodos de prueba (de 1 a 7 meses),
los contratos de capacitación inicial (3 o 6 meses) y para el trabajo temporal.
• Tratándose de
salario por unidad de tiempo, el trabajador y el patrón podrán convenir el pago
por cada hora de prestación del servicio, siempre y cuando no se exceda la
jornada máxima legal en esta Ley.
• Define la
figura de subcontratación, ‘Outsourcing’, la beneficiaria de los servicios
tendrá la obligación de cerciorarse de la solvencia económica de la contratista
y que ésta cumpla con sus obligaciones en materia de seguridad y salud.
Sin embargo,
después de su implementación, hoy, la minuta que elimina prácticas que dañan
los derechos laborales, evita evasión de impuestos, defraudación fiscal y la
evasión en el pago de cuotas patronales al IMSS y al Infonavit, fue aprobada por
la Cámara alta con 118 votos a favor y solo dos abstenciones.
De acuerdo con
el presidente de la Comisión del Trabajo, Napoleón Gómez Urrutia
“Es un paso trascendental para lograr que la evasión fiscal se controle,
reduzca y elimine, porque hasta hoy, y son las cifras que se han estimado y
calculado, son entre 300 y 500 mil millones de pesos por año que se han evadido
a través de este sistema de simulación laboral, de facturas falsas y de
la falta de una transparencia financiera", la pregunta aquí sería ¿Porque
implementaron una reforma que desde sus inicios se tornaba turbia y agresiva,
para terminar quitándola?. Sencillamente respondería, porque ahora, el pagador
de las ineficientes "reformas estructurales" fue el SAT.
¿Pero cómo
tomaran este cambio la élite empresarial?
De acuerdo con
el Financiero, entre complicaciones y dudas por los “vacíos legales”, confusión
por la nueva fórmula para el Reparto de Utilidades y con el reloj encima. En
otras palabras, apresurados y sin ilusiones.
Finalmente, el
incómodo de los empresarios con esta nueva reforma, que los estaba
beneficiando, se da a notar en el hecho de aceptación del error, pero no
con el cómo se llevó acabo. No obstante, hay que tener vigiladas las
contrataciones por las empresas de todo el personal subcontratado, para ver si
realmente "aceptan" esta nueva minuta.
Autor: Julio Cesar De la Cruz Hernández - Economista |
En Enterate... Y te vas agradecemos a Julio por su apoyo y confianza a este proyecto.
Contacto: contacto.ytevas@gmail.com
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